El precio de la corrupción en el comercio internacional

Uno de los peores lastres del desarrollo económico y comercial de los países en un mundo globalizado es la corrupción

A nivel interno, porque desvía recursos públicos de inversiones y servicios necesarios para  desarrollar el país y hacer más competitivas a sus empresas además de crear un clima de hastío y desapego hacia el gobierno y las instituciones del país que merma o dificulta la participación ciudadana y empresarial en la actividad económica del país. 

A nivel externo porque hace disminuir o  incluso desaparecer las inversiones tanto de empresas de otros países como de instituciones internacionales orientadas a crear empleo, fortalecer organismos y construir infraestructuras, que a medio plazo consiguen un desarrollo de la economía del país y su conectividad a otros estados. 

Si bien la corrupción es una práctica que se puede dar en cualquier país porque depende de las personas y su ética, todos aquellos países en los que hay una cultura y una ética social elevada y en los que existen órganos de control independientes  y eficaces (tanto en el control de todas las instituciones como en el tiempo de respuesta ante irregularidades) suelen tener casos aislados. 

Sin embargo en aquellos países donde el poder se prolonga durante años, y en los que los organismos de control son débiles, o directamente no existen o están manipulados por el poder (algo que sucede por ejemplo en el caso de gobiernos autoritarios o dictaduras) la corrupción suele ser una práctica común que se manifiesta de muchas maneras: desde funcionarios corruptos en aduanas, cuerpos de seguridad hasta instituciones públicas o partidos políticos. 

A lo largo de la historia hemos visto las consecuencias catastróficas que produce una corrupción generalizada o persistente en un país, y que afecta a sus instituciones, su economía y sobre todo la perspectiva vital de sus habitantes que en muchos casos prefieren la emigración con la esperanza de un nivel de vida mejor. 

Por ello, por encima de ideologías políticas de cualquier tipo es necesario ser estrictos y combativos contra la corrupción en cualquier forma. Primero para dar ejemplo a las generaciones que nos sigan y además porque en un mundo globalizado, las consecuencias de una corrupción generalizada en un país las solemos pagar entre todos, en forma de inmigración, guerras, mafias, desigualdades, etc.     

 

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