2023 será un año peligroso para el comercio internacional. En eso parece que coinciden todos los expertos de los diferentes organismos que analizan los indicadores y la geopolítica internacional. A la subida de precios del combustible y problemas derivados de cambios climáticos y diferentes pandemias hay que añadir la creciente confrontación entre Estados Unidos y China por la supremacía del comercio internacional.
Pese a ello existen numerosos factores que invitan a un optimismo moderado además de que cada vez más, las economías mundiales están más interconectadas como nos ha mostrado la crisis de los semiconductores en 2022. Por ello, y aunque con subidas y bajadas, creemos que 2023 visto en su conjunto será positivo para el comercio internacional
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